El arte en el Renacimiento
  Características y obras
 



- CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA ARQUITECTURA DEL "QUATROCENTO".

Este período abarca el siglo XV en Italia y los rasgos que caracterizan la arquitectura de esta época son:
    1. Existe una constante mirada hacia el pasado clásico.
    2. Se respeta la proporción, la armonía y la simetría. La primera de estas respone a un cálculo matemático.
    3. El tratado "De Arquitectura"  de Vitruvio, se convierte en una norma a seguir.
    4. Establecen una teoría urbana basada en la búsqueda de espacios racionales y organizados con un claro componente utópico.
    5. Se utilizan los elementos arquitectónicos clásicos como son las pilastras, las columnas dóricas, jónicas y corintias, el arco de medio punto, cornisas pronunciadas, ventanas adinteladas...
    6. Utilización del almohadillado, una decoración para las fachadas a base de sillares con las aristas rehundidas.
    7. El término palacio pierde el significado medieval de fortaleza y aparece como residencia de nobles y comerciantes.
    8. En los templos, se utiliza la planta basilical que es de herencia romana, y también la planta central. El círculo aparece en las plantas, en las plazas, medallones, cúpulas, etc.
    9. Se utiliza la cúpula; una bóveda semiesférica que sirve para cubrir un espacio cuadrangular que pasa por una planta circular y se usa en los cruceros de las construcciones, simboliza el universo.
   10. Se construyen villas de recreo al estilo romano con jardines, fuentes, esculturas...
   11. Las fachadas se decoran exclusivamente con elementos arquitectónicos. Por ejemplo, frontones triangulares colocados sobre ventanas. Tambien se alternan esos frontones triangulares con otros curvos. Se usa la superposición de órdenes; en el piso bajo se usa el orden dórico y en el segundo y tercero el jónico y el corintio.
   12. Las techumbres suelen ser planas con casetones que son cuadrados rehundidos.

- Arquitectura civil del Quatrocento.

El siglo XV supone una etapa de formación u consolidación de las teorías arquitectónicas que alcanzan su apogeo en el siglo siguiente. El respeto a la proporción y a la armonía se complementa con la constante mirada hacia el pasado clásico. El texto de Vitruvio De Architectura, escrito en tiempos de Augusto, no había dejado de ser conocido a lo largo de la Edad Media, pero va a ser en el Renacimiento cuando se convierta en fuente de primera autoridad. La primera edición fue la de Giovanni Sulpicio de Veroli, en Roma, en 1486.

La teoría urbana:

Las dificultades para remodelar la ciudad medieval, de acuerdo a los nuevos principios, sólo permitían modificaciones parciales frente a la intrincada red urbana, que jugaba con el efecto sorpresa, el urbanismo renacentista busca espacios racionales y organizados que respondan a unas reglas. Los teóricos plantean ciudades utópicas de nueva planta con un diseño regular, según se habían diseñado las ciudades campamentales romanas. Los modelos urbanísticos deben responder a una distribución organizada de los espacios públicos, las áreas residenciales y los centroa comerciales.

Los nuevos tipos constructivos:

En el nuevo contexto urbano era necesario perfeccionar o crear nuevos tipos de arquitectura civil. Los palacios dejan de ser concebidos como fortalezas y son la imagen del nuevo poder ciudadano, residencia de nobles y comerciantes enriquecidos. Tienen una estructura cúbica en torno a un patio porticado central, que actúa como distribuidor. La decoración de las fachadas se basa en la utilización de un aparejo peculiar, el almohadillado (sillares con las aristas rehundidas), y en la utilización de elementos puramente arquitectónicos relacionados con el mundo clásico. Uno de los ejemplos más notables es el Palacio Rucellai de Florencia construido por Alberti hacia 1459.
Además de los palacios, los hospitales fijan ahora una tipoligía concreta. Uno de los proyectos más célebres es el realizado por el arquitecto y teórico Antonio Averlino Filarete, en Milán. Adopta una disposición en cruz, en cada uno de cuyos brazos estaban las salas para atender las necesidades espirituales de los pacientes.
Por otro lado, Brunelleschi realiza en Florencia la loggia (galería cubierta y abierta) del Hospital de los Inocentes con todos los elementos de la arquitectura renacentista. La galería se abre a una plaza pública, sobre columnas con capiteles corintios que sostienen arcos de medio punto con medallones y enjutas.

DOS OBRAS CIVILES DE ESTA ÉPOCA DEL ARTE:

- Palacio Rucellai, de Alberti 

La familia Rucellai encargó la construcción de su palacio florentino a Alberti, arquitecto que ya había trabajado para esta familia en otras ocasiones. Se levantó a mediados del siglo y es una obra de la primera etapa de la carrera de éste.

Aunque la mayor parte de las obras que conservamos de Alberti son edificios de carácter religioso, el diseño del Palacio Rucellai tiene mucho interés desde su producción. Alberti pretendió con la articulación de la fachada y su decoración proponer un nuevo sistema decorativo diferente al del Palacio Medici. Ricardo, durante muchos años modelo a seguir por la enriquecida burguesía florentina.



En la fachada, Alberti mantiene las características esenciales de los palacios florentinos: almohadillado, organización en tres pisos, planta baja con funciones comerciales...Sin embargo, la organización de la fachada es nueva y mucho más elaborada. No sólo subraya la división horizontal, como ya era habitual, sino que también crea divisiones verticales, formando una retícula de entablamentos y pilastras que ordena y organiza a superficie sin caer en la monotonía. Superpone los diferentes órdenes clásicos y estudia cuidadosamente la proporción.

Alberti aplica el vocabulario clásico al palacio urbano de la gran burguesía florentina, y crea una fachada llena de ritmo y proporción. La obra tiene una función representativa y señala el poder y la importancia de la familia, no por el tamaño o la riqueza de los materiales, sino a través del prestigio de la belleza, como era propio en el Renacimiento.
En el palacio se unen todos los principios de proporción, simetría y armonía que caracterizan la obra de Alberti. Todo resulta medido hasta el extremo, de modo que resulta difícil hacer modificaciones sin trastornar la concepción original programada por el artista para el edificio. 

- Hospital de los Inocentes, de Brunelleschi

El hospital fue pensado por Brunelleschi en relación con el espacio de la plaza de S. Annunziata , en la cual , ya en el siglo XIV intervinieron otros arquitectos. 

Fue un hospital creado para acoger a niños abanonados que allí estarían asilados, curados e instruídos. 



El hospital, proyectado por Filippo Brunelleschi en 1419, es otra obra maestra de este gran arquitecto renacentista. Este dirigió la obra entre 1419 hasta 1427 cuando se hizo cargo de ella F. della Luna, a aquien se ha atribuido el segundo piso de la fachada. 
Dispuesto armoniosamente sobre una amplia galería larga, es una estructura serena, caracterizada por una original reelaboración de los elementos de la arquitectura romana.
En el pórtico a base de arcos se refleja el sistema de proporciones en que se basa la arquitectura brunelleschiana, pues el ancho del vano y del pórtico es igual al alto de las columnas, con lo cual lo que encontramos es un cubo que se repite nueve veces. Entre los arcos encontramos círculos cerámicos que representan a niños en fajas y que son el símbolo del hospital.
Algunos afirman que este hospital es la más moderna realización burguesa  de la arquitectuta florentina. 

- Arquitectura religiosa en el Quatrocento: 

La necesidad de construir edificios a la medida del hombre tuvo una especial relevancia en los templos. Por un lado se continúa utilizando la planta basilical, herencia del mundo romano, que se había mantenido durante la Edad Media, aplicando el lenguaje clásico en su construcción.

Por otro lado se desarrolla con fuerza la idea de la planta central. El círculo es considerado como imagen de la perfección, de lo que no tiene principio ni fin, de manera que se convertía en lo más oportuno para expresar la divinidad. La planta centralizada, de acuerdo con el correcto sistema de proporciones, reflejaba la armonía universal y la belleza ideal.

En muchas ocasiones se intentarán combinar ambas opciones desarrollando el crucero para lograr espacios diáfanos y amplios, sin los juegos lumínicos del arte gótico. Esta idea proporcionó un gran interés a la cúpula, una bóveda semiesférica que sirve para cubrir un espacio cuadrangular que pasa a una planta circular. Las cúpulas son a su vez un símbolo del universo y presencia constante en la arquitectura religiosa del Renacimiento.

Al contrario que con la arquitectura civil, el Quattrocento no ha dejado muchas obras religiosas, ya que la planificación se la ciudad se basó principalmente en restaurar iglesias y no en la construcción de otras nuevas.

 DOS OBRAS RELIGIOSAS DE ESTA ÉPOCA:

- San Lorenzo, de Brunelleschi

San Lorenzo es la primera de las iglesias realizadas por Brunelleschi. Se inició en 1422, con el mecenazgo de varias familias florentinas, especialmente de los Médicis.

La capacidad de Brunelleschi, para integrar la tradición en la nueva arquitectura, que ya demostró en la cúpula de la catedral de Florencia, se puso de manifiesto también en las dos iglesias que realízó con planta basilical: San Lorenzo y Santo Spirito.



En el caso de San Lorenzo, Brunelleschi creó una planta de cruz latina, con tres naves, capillas laterales y una cúpula en el crucero. Esta planta a pesar de ser espacialmente longitudinal, produce un cierto efecto visual de centralización. Presenta novedades respecto a los modelos anteriores. La más importante es la búsqueda de la proporción. La unidad básica es el cuadrado del crucero en el que se destaca el uso que hace el artista del biocromatismo para enfatizar esa perfección geométrica del diseño que tanto debe a la perspectiva.
Ya en el interior se ve el uso que hace Brunelleschi de elementos de la antigua Roma: columnas corintias, pilastras acanaladas, arcos de medio punto, entablamentos y techo plano con casetones. Todos los detalles están cuidadosamente calculados para contribuir a la armonía del conjunto. El resultado es un espacio ordenado.

Con esta obra Brunelleschi creó una iglesia que combina la tradición medieval de la planta de cruz latina con la basílica romana. Fue el primero en manejar un repertorio de formas clásicas, con el que desarrolla su propio lenguaje arquitectónico, basado en la proporción matemática. Crea, así, un nuevo estilo que toma elementos del arte clásico y responde al planteamiento humanista.

- Templo de San Francisco, de Alberti

El templo de San Francisco de Rímini es un templo gótico ya que fue construido en el siglo XIII pero se restauró hacia el 1447 al modo prerrenacentista. Tambien llamado Templo Malatestiano, fue un encargo de Segismundo Malatesta.

Este templo tenía la finalidad de servir como iglesia, de ser un monumento dedicado a la memoria de la amante de Malatesta y convertirse en el panteón de los hombres ilustres de Rímini.



El templo, no acabado, lo concibió Alberti com un conjunto rectangular, cuyas medidas se atienen a la proporción aúrea, con una nave central a la que se abren capillas rectangulares. Su tratamiento es el de un templo clásico, elevado sobre un podio.

En la fachada se emplearon series rítmicas donde se combinan arcos y dinteles, buscando el claroscuro en los volúmenes. Fue concebida como un gran arco de triunfo de tres vanos, de los que solo está abierto el central. Sobre éste se abre un segundo cuerpo que debería estar unido por volutas, dando así unidad a toda la fachada. Esto lo realizó Alberti, años después, en la Iglesia de Santa María Novella.


 
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