El arte en el Renacimiento
  Pintura en el Quatrocento
 





El dominio del nuevo sistema de representación visual, conocido como perspectiva, permitía reflejar con fidelidad las tres dimensiones de la naturaleza sobre el plano, y fue la gran innovación de la pintura renacentista italiana. El conocimiento de la geometría y de las propociones para lograr composiciónes armónicas convirtieron al pintor en todo un estudioso. Su condición de creador y la protección de los grandes señores servirían para que el artista adquiriera una mayor consideración social.

Al período de ensayos del siglo XV le sucede, en los primeros años de la centuria siguiente, la consolidación de los principios del nuevo lenguaje pictórico.

- La consideración de la pintura

La pintura renacentista contribuye a expresar el papel del hombre como protagonista de la sociedad. La nueva dimensión del ser humano permitía el estudio de su anatomía y la representación de la realidad que le rodeaba. La filosofía humanista y la evocación del mundo clásico, donde los artistas eran muy valorados, proporcionarán a éstos una mayor consideración social. La pintura, especialmente, será reivindicada muy pronto como una auténtica ciencia. Su práctica obligaba a un conocimiento de las proporciones, la luz, el movimiento y la profundidad, de acuerdo con el sistema visual de representación que ahora se descubre: la perspectiva.

El mecenazgo de los poderosos, que colocaban bajo su protección a los artistas, sirvió para que muchos de ellos intentaran liberarse del rígido sistema gremial. Los gremios imponían unas reglas mercantiles que limitaban la libertad creativa, regulando el aprendizaje o la comercialización de las obras. La valoración del arte iba unida al aumento del coleccionismo y a la acumulación de obras de arte como un signo de prestigio social. Este hecho ayudó a que el pintor fuera visto cada vez más com oun intelectual y menos como un artesano. Florencia fue el centro precursor de esta nueva mentalidad, seguida por las diferentes cortes italianas y por el papado.

- Los temas

La pintura religiosa es la más abundante, distinguiéndose por la humanidad de los temas, cada vez más cercanos a los fieles que los contemplan.
En Italia son frecuentes las escenas de la Sagrada Familia o de la Virgen con el Niño (Madonna en italiano) concebidas como motivos dulces y amables.


Imagen le la Virgen con el Niño

Las Sacras Conversaciones muestran a personajes sagrados en sencilla actitud de diálogo y son muy habituales en la pintura renacentista. Además, se mantienen los grandes ciclos con representaciones de acontecimientos bíblicos o de la vida de los santos.
El retrato se independiza definitivamente de los cuadros religiosos medievales, donde aparecía la figura del donante. La dignidad del hombre es determinante en el nacimiento de este género artístico, producto del individualismo del momento. La inspiración llegará por mediación de los retratos romanos, a través de las medallas encontradas en las excavaciones o de los relieves escultóricos.

- Presencia del Clasicismo

Aunque durante la Edad Media se habían mantenido algunos temas de la mitología clásica, es en el Renacimiento cuando vuelven a tener un destacado protagonismo los temas mitológicos. El estudio de los clásicos grecolatinos estaba de actualidad y la pintura reflejaba el interés por las historias delos hombres de la Antigüedad, con escenas como las contenidas en la Metamorfosis, de Ovidio.
La idealización de la pintura clásica, alabada por su representación de la realidad, hacía que los pintores mostraran interés por la arqueología y buscaran su inspiración tanto en los textos escritos como en los restos que frecuentemente aparecían en Italia. La pintura mitológica, como parte de la recuperación del espíritu clásico, tendrá un papel fundamental. 
La conciliación neoplatónica entre las culturas grecorromana y cristiana hace que los temas paganos tengan un carácter moralizante y convivan con los religiosos. En relación con la temática mitológica, muy frecuente en Italia y adecuada para los espacios civiles, estará la decoración ornamental de los palacios renacentistas.

- Los héroes mitológicos como modelo

Producto de la concordia existente con el humanismo cristiano, hombres ilustres de la Antigüedad servían como modelos de virtudes que encajaban con la moral cristiana. Además se generalizaron las alegorías, por las que ideas, sentimientos o fuerzas de la naturaleza (como el amor o el viento) se personificaban en figuras humanas con todo un lenguaje de atributos particulares.


El nacimiento de Venus, Botticelli

El cuadro de Botticelli, El nacimiento de Venus, hace referencia al nacimiento mítico de la diosa del amor. Según la mitología clásica, los dioses del cielo y de la tierra (Urano y Gea) habían tenido varios hijos. Uno de ellos era Cronos o Satruno, dios del Tiempo. Con la intención de destronar a su padre, Cronos le castró y arrojó sus genitales al mar. En ese instante surgió Venus, identificada por la filosofía neoplatónica como imagen de la humanidad.

- Rasgos Generales del Quattrocento

La pintura florentina del Quattrocento rompe con la tradición del llamado gótico internacional. Al igual que sucedía en otras ramas del arte, los pintores se sienten inspirados por el lenguaje del clasicismo, buscan la representación de la naturaleza y dejan a un lado el carácter simbólico y distante de la pintura medieval. La carencia de modelos procedentes de la pintura clásica, salvo algunas excepciones en obras murales, hixo que la pintura se fijara en los restos aequeológicos arquitectónicos y escultóricos. Se buscaba plasmar con fidelidad la naturaleza y su tridimensionalidad a través del estudio geométrico y matemático.

El hallazgo de la perspectiva se manifiesta en todas las creaciones, que aplican el nuevo sistema para obtener una mayor sensación de realidad. A ello se une el estudio del cuerpo humano, del movimiento, de la luz en un período de ensayos que cristaliza en el siglo XVI. Florencia se convierte en el núcleo fundamental se la nueva corriente, aunque pronto surgen otros centros, como Roma, Padua o Perugia, con distintas peculiaridades. 

- Las técnicas

El soporte más utilizado, dentro de la pintura de caballete, sigue siendo, como tradicionalmente, la tabla. Progresivamente se incorporará el lienzo, que desplazará por completo al soporte anterior.

La técnica tradicional del temple (pigmentos aglutinados con huevo) será sustituida por el óleo, con mayores posibilidades plásticas, que ya se empleaba en los Países Bajos.

En las pinturas murales se usa, especialmente en Italia, la técnica del fresco. Esta técnica requiere rapidez en su ejecución y permite pocas modificaciones, de ahí su dificultad. El color se aplica, mezclado con agua, sobre el revoco de un muro todavía húmedo. Esto hace posible que la pintura penetre en el soporte, de forma que resiste mejor los rigores de la intemperie, al tiempo que dificulta los retoques cuando sea. El resultado sin embargo es luminoso y duradero.




 
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