El arte en el Renacimiento
  Escultura en el Quattrocento
 




La escultura renacentista muestra el absoluto dominio del hombre sobre la natureleza. A través del volumen se expresa perfectamente la influencia de las teorías humanistas, y tanto el relieve com ola escultura de bulto redondo sirven para exaltar la anatomía humana y la presencia del hombre en la nueva sociedad. La escultura funeraria o los monumentos públicos cumplen este papel con ejemplos muy significativos.
 
- Rasgos generales de la escultura del Renacimiento

Lo mismo que sucedió con la arquitectura, la abundancia de restos arqueológicos del pasado clásico permitió la reinterpretación de la escultura de acuerdo con los valores propios del Renacimiento. La presencia de esos restos hixo que en Italia no se perdiera, incluso durante la Edad Media, la influencia de la escultura grecolatina; fragmentos de esculturas clásicas decoraban los palacios y eran fuente de inspiración para los artistas.

La escultura sirvió para distinguir la propia condición humana y reflejar la grandeza del hombre dentro de la nueva sociedad. Para alcanzar la perfección se desarrolló el estudio de las proporciones y del canon clásico. Para ello era necesario aproximarse a la anatomía y reflexionar sobre la plasmación del desnudo de acuerdo con la idea de perfección del hombre dentro de la Creación. Se pretendía obtener una sensación de realidad, que se incrementaba cuando se consiguió transmitir la idea de ritmo y movimiento.

 Laocoonte

- Escultura en el Quattrocento

La escultura gótica italiana contó siempre con la influencia del pasado clásico, por lo que la evolución hacia las formas renacentistas se hixo en el siglo XV dentro de un proceso natural. La escultura consigue unas proporciones esbeltas, valorando la línea curva, a partir de una depuración de los modelos del gótico tradicional. La búsqueda del realismo y la valoración de la figura humana en sus diferentes actitudes evolucionan para cristalizar los primeros años del siglo XVI, y será llevada a su punto más elevado por Miguel Ángel.

En la escultura del Quattrocento, alcanza la escultura florentina un momento creativo de gran esplendor que significó una gran renovación tanto de técnicas, estilo y la concepción del artista. Florencia lideró la renovación de la escultura igual que hizo con la arquitectura y la pintura.

Alberti en uno de sus tratados, "De Statua", señaló la distinción fundamental entre el modelador y el escultor. El modelador era el que trabajaba con yeso o con cera añadiendo o quitando material, sin embargo, el escultor solo quita material sacabdo a la luz la figura esconcida en las entrañas de la materia.
Los escultores del Quattrocento estudian el cuerpo humano inspirándose en modelos romanos. Utilizan de nuevo el alto relieve, y surge una escultura tremendamente vital. Se trabajan todas las edades del hombre y existe cierta tendencia al retrato sin idealizar.
Es una generación de escultores que son verdaderamente artistas y que van a competir entre ellos para llevar la escultura a su máxima expresión.

- Materiales, técnicas y tipos

La escultura se practica o con obras de bulto redondo (talla completa, que permite la visión desde todos los puntos de vista), o en relieve. 
Además de la madera, en Italia se usarán los mismos materiales que se habían empleado en la Antigüedad, especialmente el marmol y el bronce. 
La talla directa y el fundido son técnicas en las que se alcanza una gran perfección. La práctica del modelado se aplica en barro, posteriormente cocido y en ocasiones vidriado, con el que también se realizan obras plásticas.
La orfebrería adquiere a veces un carácter escultórico, con piezas de gran finura en las que se aplica el fundido y el cincelado (golpeando con un cincel para obtener el relieve).

- Los temas

La escultura religiosa sigue siendo la más reclamada. Los personajes sagrados adquieren la dignidad de los dioses clásicos y se represetan con rasgos físicos totalmente humanizados.
El tema mitológico, inspirado en los modelos clásicos y en el uso del desnudo, empieza a ser muy frecuente. Su significado se relaciona con principios morales o con determinados ideales.
En este período tiene un gran auge el retrato y los monumentos públicos. Su éxito es la prueba del lugar destacado que ocupa la persona en el nuevo orden social y del elevado concepto que se tenía del urbanismo y de la vida en la ciudad. Los tipos de retrato más cracterísticos son el busto y el retrato ecuestre.
Además del retrato, destaca la escultura funeraria como imagen de la inmortalidad de la persona, con representaciones alegóricas en las que exaltan las virutdes del fallecido, personificadas en figuras con símbolos peculiares.

- Retrato e imágen pública

La importancia y la consideración de la persona com oser individual tienen su reflejo en la valoración del retrato renacentista. Frente al segundo plano que ocupaba la persona en la teocéntrica sociedad medieval, ahora se persigue su protagonismo.
El monumento urbano, al igual que en la época romana, servía para exaltar las glorias de un personaje, de una familia o de una ideal que se quisiera transmitir a los ciudadanos.

 Condottiero

El monumento al soldado adquiere un gran protagonismo. El condottiero era un mercenario al frente de un ejército que, al servicio de los poderosos, limitaba las libertades ciudadanas imponiendo un gobierno dictatorial. Los monumentos públicos consagraban su papel de héroe militar y recordaban su poder.

- La perduración después de la muerte

Las esculturas sepulcrales contribuyen a consolidar la imagen pública al servicio de la fama póstuma. Es un modo de perdurar en la memoria, a pesar de la muerte, con una imagen realista del difunto. La costumbre, que ya había existido en la Edad Media, llega ahora a su punto más elevado.

 
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